El día de ayer fue muy emotivo para tod@s l@s que participamos en llevar este mensaje reivindicativo de amor y libertad. Fuimos testigos de cómo gran parte de la población que observaba nuestra pancarta, así como much@s de l@s propi@s manifestantes se sorprendían. Era algo nuevo para ell@s, un mensaje que no se imaginaban ni pensaban que fuera posible. Estamos segur@s de que ha servido para mucho. Por lo menos para replantear esquemas, abrir algunas mentes y dar testimonio. Nos conformamos con que al menos a una persona le haya servido para acercarse de nuevo a Dios y a su mensaje de Amor. Pero por las caras que pudimos observar, estamos segur@s de que nuestro mensaje llegó más lejos de lo que podíamos imaginar.
Gracias a quienes participaron de un modo u otro. Esperamos que el año que viene se una cada vez más gente y consigamos avanzar más pasos en nuestras iglesias.