Las personas reunidas en el VIII encuentro de creyentes LGTBH del Sur en Chipiona
MANIFIESTAN
- La importancia para nuestro caminar del testimonio de los precursores y precursoras en la lucha por los derechos LGBT en general, y particularmente, en el trabajo por la dignificación de la persona LGTBIQ en la Iglesia, cuyo primer testimonio reconocemos en Jesús de Nazaret, en su mensaje de dignidad del ser humano.
- Reconocemos entre las vías de trabajo para el reconocimiento de estas personas, la lucha del movimiento LGTB, la pedagogía social, el papel de los medios de comunicación y la visibilidad grupal e individual rechazando la homofobia internalizada porque no queremos personas fracturadas. Todas estas vías como fundamentales para la creación de espacios de integración y reconciliación y fomento del diálogo de los diferentes agentes implicados.
- Que hemos de saber responder ante la violencia, ya sea física o verbal, que se infrinja contra nosotros y nosotras, y transformarlas en experiencia de conmoción enriquecedora y transformar esa conmoción y el miedo en lucha al estilo de Jesús de Nazaret.
- La importancia de identificar al Dios que tenemos interiorizado y experimentado para desmontar mitos y ritos, reconociendo la fraternidad humana como una aportación de Jesús de Nazaret al patrimonio común de la humanidad.
- Que para llegar a una vida fraterna no podemos considerarnos inferiores ni superiores a nadie. Que hemos de ser flexibles, evitando los insultos y los desplantes, teniendo el coraje y la generosidad de pedir perdón y perdonar siempre; nadie debe quedar excluida/o de la mesa común; y acoger y prestar ayuda, especialmente, a quienes más lo necesita.
- Que Dios no se equivoca al crear la enorme diversidad afectivo sexual que enriquece su creación y que las siglas LGTBIQH no son suficientes para representar a toda esta diversidad humana.
- Que es necesario tener una actitud de puertas abiertas, pero también el cambio de mentalidad necesario para la acogida de las personas transexuales e intersexo, y dotar de la energía suficiente para afrontar sus propios procesos vitales.
INSTAMOS como miembros de la Iglesia de Jesús de Nazaret, a las autoridades eclesiásticas de la Iglesia Católica, a que el Estado del Vaticano firme la declaración de los derechos humanos y
NOS COMPROMETEMOS a realizar una campaña de difusión y sensibilización para lograr que se produzca esta firma a través de los distintos medios de comunicación social y redes sociales.
Chipiona, a 10 de mayo de 2015